Dir.: Nicolas Winding Refn
Inter.: Ryan Gosling, Kristin Scott Thomas, Vithaya Pansringarm.
Francia-Thailandia-EEUU-Suecia 2013 / 90 min.
*****
Película que pasó por Cannes y Sitges, donde no dejó indiferente a casi nadie, en Sitges incluso se llevó un premio, creo que a la mejor fotografía. Un año antes, Winding Refn, había sorprendido al mundo entero con Drive. Ni que decir que Solo Dios Perdona pilló a todo dios con el paso cambiado y ha sido bastante incomprendida. Cuando comencé a verla me temí lo peor, pero tengo que confesar que, pronto me atrapó y me terminó encantando. Es un film muy violento y con un ritmo que puede repeler o atraer. Un tipo de cine que hace recordar al de Won Kar Way o a Holly Motors de Leo Carax, en fin, una rareza que ha sido tachada de vacía y pretenciosa. Y quizás lo sea, pero también es hipnótica y con una elegancia que, por lo menos a mi me ha subyugado. Un film que con apariencia de violento thriller, nos introduce en el mundo de la tragedia clásica, unos personajes marcados por el fatídico destino para los que no hay ninguna salida. Kristin Scott Thomas compone, de forma magistral, una madre manipuladora y violenta difícil de olvidar. Los demás no le van a la zaga. Sin duda, INPERDIBLE.
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