Crítica de la película IDA

Dir.: Pawel Pawlikowski
Inter.: Agata Kulesza, Agata Trzebuchowska, Dawid Ogrodnik.
Polonia-Dinamarca 2013 / 90 min.

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Pawel Pawlikowski es un joven director polaco, que ha trabajado mayormente para televisión, entre ellas para la BBC. Comenzó a dirigir cine en el 2000, esta es su quinta película, aunque creo que esta es la primera que se distribuye en España. Me imagino que, debido al gran éxito que tuvo el pasado año en todos los festivales a los que acudió, fue premiado en todos ellos, entre ellos Gijón. No me extraña pues el film es más que notable. Cine en blanco y negro, muy bello, por cierto y pantalla cuadrada. Sin música en la banda sonora, salvo las escenas en las que, por la acción, esta suena. O sea una película de aquellas de “Arte y Ensayo”. Es la historia de dos mujeres, que aunque son familia no se conocen. Una de ellas es novicia en un convento y antes de prometer los votos, va a conocer a una tía, obligada por la superiora. Es un viaje en la Polonia de los años sesenta y a la vez un viaje introspectivo de ambas mujeres, tratando de conocer y afrontar su pasado. El film tiene influencia del cine centroeuropeo de lo años sesenta y me ha hecho recordar al cine de Dreyer. Las actrices, ambas excelentes, aunque Agata Trzebuchowska, en el papel de una dura mujer, Wanda, que está de vuelta de todo, pero con una herida abierta emocional que no deja de sangrar, está impresionante. Es una película hipnótica, de esas de la que se puede hablar horas y horas. Una obra rigurosa y llena de interrogantes. Una gozada. INPERDIBLE.