Int: Michel Houellebecq, Mathieu Nicourt, Maxime Lefrançois
Francia 2014 | 93 min.
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El último enfant terrible de la literatura francesa, Michel Houellebecq, imprime su nombre también en el cine con este mockumentary, que es una burla, no sólo del género documental, sino también de los estereotipos dramáticos, incluyendo el suyo de escritor maldito.
A Houellebecq le gusta transfigurarse en 'personaje'. Lo hizo ya en su novela más impactante, El Mapa y El Territorio. Pero en esta ocasión, no necesita crear un alterego, porque él solito se basta y se sobra para convertirse en un actor inefable haciendo de sí mismo, del auténtico Michel Houellebecq.
El realizador Guillaume Nicloux descubre al escritor en su frikismo, pero también en su inteligencia suprema. Da igual que pida su mechero o que hable sobre su proceso creativo. Cada expresión suya capta la atención total de sus secuestradores y de la cámara.
Su secuestro es la excusa narrativa para que el escritor interactúe con unos personajes que no podían ser mejores antagonistas... Tres hombres no muy cultos, por decirlo suavemente, que entablan una extraña comunicación con el cautivo. Poco a poco, se van disolviendo los roles míticos de víctima y verdugos, y la relación para a ser otra cosa indefinible, una especie de síndrome de Estocolmo recíproco.
Y es que los matones, tan tiernos y aborrecibles como Houellebecq, se sienten fascinados por el novelista; y Houellebecq, tan lejos de las cloacas, pero atraído siempre por lo marginal, alucina con sus raptores. Se producirá un choque-fusión entre los dos mundos, al que Guillaume Nicloux, que también escribe el guión, le saca chispas. Irónica y deliciosa, inteligente y estúpida, surrealista y sublime. INPERDIBLE.
J
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