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François Ozon explicaba en la rueda de prensa que su último film gira en torno a la construcción de la identidad sexual y la consiguiente confusión de sentimientos.
No se me ocurre ningún realizador actual, galo o de cualquier otro lugar, capaz de tratar un tema tan desconocido como el travestismo con tanta empatía. Y, al mismo tiempo, sin remilgos.
Ozon desmonta estereotipos y desmenuza todos los niveles de afectividad de las relaciones, descubriendo que, a todas, por muy diferentes que sean, les une la misma fragilidad o intensidad. La amistad y el amor no saben del sexo de sus destinatarios, pero la sociedad impone sus roles.
Lo que hace que Une nouvelle amie sea otra firme candidata a la Concha de Oro (sería la 2ª para Ozon en sólo 2 años), es que alcanza estos niveles de discurso con una historia encantadora y perfectamente construida en su guión, con personajes maquinadores que juegan al enredo y a la mentira, como en las mejores comedias de Billy Wilder.
El actor Romain Duris cautivó a la sala con su doble papel de David y Virginia, contagiando al espectador su liberador deseo de travestirse. Divertidísimas las escenas en que va de compras y elige ropa con su nueva amiga Claire.
Une Nouvelle Amie es una adaptación libre de un relato de Ruth Rendell, The New Girlfriend, y opta al Premio Sebastiane 2014, del que ya os daremos cuenta en este blog durante esta semana del 62 Donostia Zinemaldia. INPERDIBLE
J.
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