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Durísimo alegato contra el fundamentalismo y la intolerancia, en este caso la católica, y las terribles consecuencias cuando la víctima es una persona débil y muy sensible. Es una película árida pero concisa y que va a lo que va, sin paños calientes. Dirigida de forma magistral por el para mi desconocido, Dietrich Brüggemann. Formada por catorce, como en el via-crucis, planos secuencia. Catorce capítulos rodados a cámara fija, solamente hay dos movimientos de cámara en todo el film, y con los actores casi estáticos. Esto hace que estemos ante un film distinto y muy original. De una fuerza pasmosa, que nos introduce en los más oscuros mundos de Bergman y Hanecke. Ni que decir que los actores son extraordinarios, si estos flaquearan el film sería infumable. Lea Van Acken en el rol de la adolescente María, demuestra que a pesar de lo joven que es, es un fenómeno de la interpretación, así como Franziska Weisz que está genial como esa madre cruel y fanática. Fue premiada en Berlín, Edimburgo y Valladolid, solo en esta última se llevó el Fipresci, La espiga de Plata y el Premio del Jurado Joven, nada menos. Un film tan inquietante como estupendo. INPERDIBLE.
Durísimo alegato contra el fundamentalismo y la intolerancia, en este caso la católica, y las terribles consecuencias cuando la víctima es una persona débil y muy sensible. Es una película árida pero concisa y que va a lo que va, sin paños calientes. Dirigida de forma magistral por el para mi desconocido, Dietrich Brüggemann. Formada por catorce, como en el via-crucis, planos secuencia. Catorce capítulos rodados a cámara fija, solamente hay dos movimientos de cámara en todo el film, y con los actores casi estáticos. Esto hace que estemos ante un film distinto y muy original. De una fuerza pasmosa, que nos introduce en los más oscuros mundos de Bergman y Hanecke. Ni que decir que los actores son extraordinarios, si estos flaquearan el film sería infumable. Lea Van Acken en el rol de la adolescente María, demuestra que a pesar de lo joven que es, es un fenómeno de la interpretación, así como Franziska Weisz que está genial como esa madre cruel y fanática. Fue premiada en Berlín, Edimburgo y Valladolid, solo en esta última se llevó el Fipresci, La espiga de Plata y el Premio del Jurado Joven, nada menos. Un film tan inquietante como estupendo. INPERDIBLE.
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