Por Juan
La primera película del actor Gustavo Salmerón está dedicada a su madre Julita. Una mujer peculiar donde las haya. O digamos que tiene un sentido del humor, de la vida y de las cosas muy especial. Y una querencia por los restos óseos humanos realmente freak. Julita ha hecho realidad su tres deseos: es madre de "muchos hijos", soñaba con un castillo, y de una manera casi inesperada, el castillo llegó. También quiso un mono, y aunque el mono le salió muy cabrón, también llegó el primate a la casa de los Salmerón.
Un documental divertidísimo, que sigue los avatares de Julita y de su familia, en busca de la vértebra de la abuela asesinada en la guerra.
La película está montada con material de archivo (Super 8 y vídeocámara), y rodada con un iPhone. Pero eso no desmerece en absoluto el resultado final. Gustavo Salmerón hace gala de un sentido muy agudo de la narración, descubriendo una a una todas la piezas del puzzle familiar. Que no es fácil entre los cientos, tal vez miles, de enseres que ha ido guardando Julita y que ahora han de trasladarse. Y lo que es mejor, el director demuestra su valentía al no dejar nada en el tintero, mostrando al personaje de Julita en 360º, en sus grandezas y en sus pequeñas miserias, permitiendo que exprese aquello que cree, aunque sea políticamente incorrecto.
Julita nos hizo reír a carcajadas a toda la sala durante más de 80 minutos con su especial sentido del humor y de la vida. Maravillosas, ella y la peli. Vete a verla en cuanto se estrene en salas, espero que lo haga pronto. INPERDIBLE.
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