Crítica de la película RIFKIN'S FESTIVAL, un canto al cine, a San Sebastián y a su Festival... Woody Allen firma esta deliciosa comedia con ese trasfondo trascendental tan característico suyo sobre el sentido de la vida... *****

 

Dir: Woody Allen | Inter: Wallace Shawn, Elena Anaya, Christoph Waltz, Gina Gershon, Louis Garrel, Sergi López, Enrique Arce | EEUU-España-Italia 2020 | 92 min | *****

Por Juan

 (contiene mini-spoilers)

<span class="dropcap">E</span>s difícil de explicar la sensación de ver a esos personajes románticos y contradictorios tan típicos del cine de Woody Allen, moverse en espacios que has recorrido mil veces, pero que ahora, vistos a través de sus ojos, se vuelven mágicos. De pronto descubres una ciudad encantada, donde la realidad y los sueños se mezclan. Supongo que así es cómo ve Woody Allen Donostia, como una ciudad donde los sueños podrían suceder.

Mort (Wallace Shawn), un viejo profesor de cine llega a Donosti en un momento difícil de su relación con su mujer (Gina Gershon), una relaciones públicas que acompaña, a su vez, a un joven director francés (Louis Garrel) que presenta película en el Festival de Cine de San Sebastián, y con el que tiene un affaire. Pero para Mort, que sospecha de la infidelidad de su mujer, la ciudad se vuelve un lugar especial cuando conoce a la doctora Jo Rojas (Elena Anaya). 

Rifkin's Festival es como un sueño para el protagonista, al igual que sucede en otros de sus films, que transcurren en carismáticas ciudades europeas, Venecia (Todos dicen I Love You, 1996) y París (Medianoche in Paris, 2011). Porque en esos días, extrañas pesadillas asaltan al viejo profesor, y en ellos sus problemas existenciales se mezclan con escenas clásicas del cine de Bergman, Fellini, Buñuel, Godard, Welles... Y algunas de ellas son simplemente geniales. Pero mejor no desvelar nada más...

A destacar las interpretaciones de Wallace Shawn, Gina Gershon y Elena Anaya, y las pequeñas pero brillantes apariciones de Sergi López, Christoph Waltz, Douglas McGrath y Enrique Arce.

No podíamos arrancar mejor este 68 Zinemaldia. Un regalazo para los donostiarras y para los amantes del cine de Woody Allen. Mil gracias Mr. Allen. INPERDIBLE.