BIMBA BOSÉ IN MEMORIAM... Crítica del concierto que dio con THE CABRIOLETS en 2012, compartiendo cartel con Saint Etienne

FESTIVAL: KUTXA KULTUR FESTIBALA (cierre)
ARTISTAS: The Cabriolets, Saint Etienne
FECHA:  sab 17 de nov de 2012
LUGAR: Museo Balenciaga, Getaria
ASISTENCIA: 800 personas

A ver si nos vamos poniendo al día con los últimos conciertos a los que hemos ido.
Uno de los más divertidos fue, sin duda, el de Saint Etienne + The Cabriolets, el sábado pasado en el Museo Balenciaga de Getaria, cerrando el Kutxa Kultur Festibala.
Sarah Cracknell, cantante de Saint Etienne, mantiene su encanto y su clase. Aunque en estos 7 años desde la última vez que la vimos (inaugurando el FNAC de donosti), ha perdido algo de voz y de energía. Y es que la tía tiene sus añitos (empezaron a principios de los 80's).
Con esa veteranía y acompañada de los otros dos miembros del grupo originales, los prestigiosos productores, Bob Stanley y Pete Wiggs, y apoyada además por la también veterana corista Debsey Wykes, Saint Etienne convirtió durante una hora y poco, el Museo Balenciaga en un Club del Soho londinense.
Con toda la peña en pie de guerra, especialmente la amplia representación de la comunidad gay-les, bailando y coreando sus canciones, pasamos una velada genial.
El formato del grupo, con bases pregrabadas, no es muy agradecido, y además no es nada fácil afinar con una base tan poca orgánica. A pesar de eso, el concierto tuvo grandes momentos. Tonight y otros temas de su último álbum Words And Music, funcionan a la perfección en este esquema que no oculta su dominante disco-dance. La set list incluyó grandes hits, algunas versiones como Who Do You Think You Are (Candlewick Green) y, un apoteósico final de fiesta con I've got Your Music y He’s On the Phone.

Delante de los londinenses, salió otra diva, de una especie completamente diferente. Bimba Bosé y su grupo The Cabriolets ofrecieron un concierto de post-rock, dando vida a un álbum, que al escucharlo, resulta monótono y gris. Sin embargo, en directo y con la fiereza de Bimba, la cosa mejora sustancialmente. Ataviada con una malla divina que sólo ella se podría poner y no parecer una loca, y ungida por la ambigüedad, se los comió a todos, especialmente a ellas. Bimba es como una Bowie leonina y estupenda para no perdérsela never again.
Queremos más divas como ellas.
INPERDIBLE
J