LAC

Ayer vimos LAC, la versión "iconoclasta" de El lago de los cisnes, representada por Les Ballets de Monte Carlo en el Baluarte de Iruña.

Obra: LAC / Compañía: Les Ballets de Monte Carlo
Coreografía: Jean-Christophe Maillot / Música. P. I. Chaikovski / Escenografía: Ernest Pignon-Ernest / Vestuario: Philippe Guillotel / Luces: J.C. Maillot y Samuel Théry / Dramaturgia: Jean Rouaud / Intérpretes: Lucien Postlewaite, Anjara Ballesteros, Maude Sabourin, Mimoza Koike, Álvaro Prieto Delgado, Mi Deng, Asier Edeso

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El reverso tenebroso del cuento de hadas
Si piensas en El lago de los cisnes, cualquier profano en danza podríamos imaginar el gran ballet blanco, de bailarinas con tutú y armonía inmaculada. Pero esta adaptación de Jean-Christophe Maillot (el coreógrafo de la compañía monegasca desde hace 20 años), muestra el reverso tenebroso del cuento de hadas, por así decirlo, sin salirse de los preceptos básicos del clasicismo, pero alejándose mucho de los pasos de Marius Petipa y Lev Ivanov.

Una obra sobre la dualidad
Con la ayuda del dramaturgo Jean Rouaud, Maillot retoma el libreto y lo convierte en su aliado, exprimiendo la dualidad como concepto, entre el bien y el mal, entre animal y humano, entre el amor y el odio, entre blanco y negro. Los anhelos humanos pueden mutar del claro al oscuro y tomar el escenario en forma de aves de la noche o de venganza inesperada. En este enfrentamiento universal no hay vencedores ni vencidos. Los opuestos se tocan y son más parecidos de lo que nos gustaría reconocer. Esta misma dialéctica funciona en la coreografía y el vestuario, y en la propia concepción de la obra, entre lo concreto y lo abstracto.

Expresionismo trágico
La compañía hace gala de una energía apabullante, y todo en sus movimientos va a favor de una gestualidad actualizada y tremendamente expresionista. Un despliegue de pasión que desemboca en una final trágico con un golpe de efecto escenográfico que nos dejó a todos boquiabiertos.
La mayor ovación se la llevaron los bailarines Maude Sabourin, la sublime Dark Queen velocirraptora, Mimoza Koike, el Cisne Negro que transmite la amargura de su rol, y Asier Edeso, interpretando a Benno, el amigo que da alas al personaje del Príncipe (un eficaz Lucien Postlewaite).

Los muy seguidores de este blog ya sabéis que somos fans incondicionales de Los Ballets de Montecarlo, una de las compañías más elogiadas dentro de la danza neoclásica internacional. Y no nos cansaremos de recomendaros que los veáis, si alguna vez tenéis ocasión. INPERDIBLE.
J.