Dir: Lee Sang-il | Inter: Ken Watanabe, Mirai Moriyama, Kenichi Matsuyama, Go Ayano, Suzu Hirose | Japón 2016 | 146 min | **
Por Juan
Nos provocó rabia (y al final aburrimiento) este thriller japonés (muy "japo"), que trata sobre un asesino en serie. He de decir que la premisa de la historia es potente. La cámara sigue la vida de 3 personajes que tienen un parecido razonable con el retrato robot del psicópata. La primera parte del film mantiene la atención y el interés. Pero en el largo desenlace se desmontan las pistas falsas y se desarman todas las trampas que el reconocido realizador Lee Sang-il había ido colocando durante la trama. Trampas burdas y de guionista amateur, como 3 lunares colocados en la cara de uno de los sospechosos, idénticos a los del retrato robot. O dramáticas revelaciones de última momento en plan "éramos huérfanos y el chico tenía una enfermedad de corazón muy grave". Todo así, muy gratuito, y con la intesidad emocional del cine japonés cuando se ponen intensos. Al final, casi te da igual quién de los 3 sea el asesino. El final se desmorona y te quedas con cara de que te han tomado el pelo. Decepción.
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