Por Anton
Lino Escalera es un ayudante de dirección, hasta ahora, que ha decidido dirigir, y su primera obra es la contundente No Sé Decir Adiós, de la que es también autor de la historia que se nos cuenta. Una historia intimista que la película va desgranando, poco a poco, y que oculta mucho más de lo que muestra. Es de esos films en que sabemos, más bien poco de sus personajes, vemos la manera de estos de sobrellevar lo que va ocurriendo, en este caso la enfermedad del padre, estupendo Juan Diego, y que inequívocamente va a desembocar en la muerte.
Es un film cortante y que no se amilana en ningún momento, sin paños calientes, vamos. Unos personajes antipáticos, la única que muestra algo de calor humano es Blanca. el personaje de Lola Dueñas, magnífica como siempre, mientras que Carla, inmensa Nathalie Poza, me pega que candidata a los próximos Goyas, es la oveja descarriada, que lleva mucho tiempo fuera de casa, con un trabajo, digamos, de éxito y que en el fondo es una infeliz, con nulas aptitudes sociales, que se tiene que enfrentar con la muerte de su padre, con el que no tiene ninguna afinidad, quizás porque son iguales. Una primera película esplendida. INPERDIBLE.
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