Por Juan
Lo que más destaca de la 3ª entrega de la trilogía sobre Thor, es que es una comedia. Con mucha acción y una fantasía épica y wagneriana, pero ante todo, una comedia de superhéroes, que además resulta bastante divertida por momentos. El hecho de que la diriga el actor y comediante neozelandés Taika Waititi (responsable de comedias InPerdibles como Lo que hacemos en las sombras), se nota desde el segundo uno de la película.
Chris Hemsworth, que resultaba un Thor cachas y soso hasta decir basta, ahora tiene al menos bastantes oportunidades para reírse un poco de sí mismo, que ya le hacía falta. Mark Ruffalo va también a favor de la comedia de colegas en el doble papel de Hulk y de Banner. Y Cate Blanchet es una mala de categoría, todopoderosa Diosa de la Muerte, pero no pasa de ser al final una mala malísima. Una mención especial al vestuario y al maquillaje, por no hablar de los efectos especiales.
Otro aspecto sobresaliente o al menos diferente del film es la trama de aventura galáctica que la acerca a veces a Star Wars, salvando algún año-luz de distancia que otro. Thor y su hermano Loki (Tom Hiddleston encaja perfecto en el tono cómico) acaban en un planeta bastante corrupto (en las antípodas de Asgard), donde el juego y los combates de gladiadores son lo único relevante. El desfile de secundarios está bastante currado, entre bestias y mercenarios. El mismo señor del reino, al que da vida el cínico Jeff Goldblum, tiene diálogos memorables y muy graciosos. Me lo pasé muy bien. Si eres fan de la Marvel, esta no te defraudará.
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