Dir: Fran Kranz | Int: Reed Birney, Ann Dowd, Jason Isaacs, Martha Plimpton | EEUU 2021 | 110 min.
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Por Juan
Sobre la culpa y el perdón, sobre ser padres, sobre la compasión y por supuesto sobre la violencia y sobre una sociedad enferma que sigue permitiendo las armas y que pretende tapar sus dramáticas consecuencias con pastillas y psiquiatras.
De esto y de mucho más trata Mass (Misa), una grata sorpresa que viene del Festival de Sundance y que ya intuíamos con gran potencial, por eso la recomendamos en nuestra quiniela. Curiosamente, es la segunda película de este Zinemaldia con una temática sobre el perdón, aunque tiene grandes diferencias con Maixabel, otra joya de esta edición,
Pero volvamos a Mass. Su director, Fran Kranz, actor metido a director, consigue con su ópera prima una pieza de una fuerza dramática arrolladora: dos matrimonios unidos por la tragedia se reúnen en los bajos de una iglesia para hablar. Por un lado, los padres de una de las víctimas de una masacre en un instituto, por otro, los progenitores del chico causante de los asesinatos. Ambos matrimonios perdieron a sus hijos, pero la pérdida se vive desde sitios muy diferentes.
El guión es un prodigio, porque a través de esa conversación de hora y media, que vemos en tiempo real, se van reconstruyendo los hechos, no solo de la masacre, sino de los terribles capítulos de los 6 años posteriores, las denuncias, los juicios, el dolor... Durante la conversación surge la culpa, la compasión, el juicio y hasta la crueldad. Los cuatro actores, Martha Plimpton, Jason Isaacs, Ann Dowd y Reed Birney han tenido que liberar mucho dolor con esta peli, porque cómo sufren por favor, ¿cómo se puede actuar tan bien? Parece una partida de tenis por parejas, donde las pelotas a veces son misiles, y con la tracción de un remolino que te va introduciendo hasta que acabas en el centro de esa mesa, directo hacia una catarsis total, de las que saldrás solo gracias a un buen cargamento de pañuelos. En el pase de prensa se oían muchos lloros contenidos y muchos moqueros. Sí, los periodistas también lloran.
Decir que esta cinta es un claro alegato contra las armas en EEUU, por si no había quedado claro, y que está bien insertados hasta los elementos religiosos, especialmente cuando el coro de la iglesia se pone a ensayar en un momento clave del film (que con todas las distancias y comillas, a mí me recordó al cine de Dreyer). Una obra redonda, bastante teatral, que podría ser una clara candidata a ganar el Premio Kutxabank New Directors. Creo que puede encantar al público del Festival. INPERDIBLE total.
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