Crítica de la película ALIEN: ROMULUS, la saga sigue reinventándose con este spin-off fiel a la obra, dirigida por el uruguayo Fede Álvarez, un especialista en el cine de terror... ***

Dir: Fede Álvarez | Int: Cailee Spaeny, David Jonsson, Archie Renaux, Isabela Merced, Spike Fearn, Aileen Wu | EEUU 2024 | 119 min.

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Por Juan

La famosa saga de ciencia ficción vuelve a la gran pantalla con este spin-off que, en parte, es un homenaje al primer Alien de Ridley Scott: Alien: el octavo pasajero, 1979.

Producida también por Scott, que se inclina otra vez por una protagonista femenina: una huérfana minera Rain Carradine, que encarna la joven actriz Aileen Wu, y que es como el relevo de la emblemática Teniente Ripley, a la que dio vida Sigourney Weaver durante casi 20 años y 4 secuelas.

Rain está unida a un hermano sintético con fallas, Andy (David Jonsson), que, sin duda, es el personaje más fascinante de la historia. Ambos se embarcan en una aventura muy arriesgada con el ex de Rain y sus colegas, con el objetivo de fugarse de una mina que los esclaviza.

Así que hay un poco de todo, película con plan de fuga, distopía y ciencia ficción, casi de aventuras teenager, y por supuesto, puro terror cuando descubran que la nave abandonada de la que quieren sustraer las cámaras de criostasis, viene con bicho dentro.

La nueva hornada de jóvenes y guapxs actores y actrices promesa, aún no muy conocidos para el gran público, se ponen al servicio de un guión y una historia muy bien armados. No hay inconsistencias ni infidelidades al espíritu del monstruo, y además hay bastantes hallazgos de guión y de realización, a cargo del especialista en el género, el uruguayo Fede Álvarez, cuyo film, que iba a estrenarse en streaming, ha dado la campanada en taquilla (lleva 110 millones de dólares de recaudación).

La película Alien: Romulus (lo más flojo es el storytelling del título), ha atraído a gamers del videojuego y, por supuesto, a fans de Alien, y no está defraudando. Un film que es un terror que atenaza y no te deja respirar, y que rinde culto a la original, con escenas calcadas e incluso personajes: el sintético Ash de la primera parte, interpretado en ésta por una versión IA de Ian Holm.

En resumen, Alien: Romulus genera una angustia igual o mayor a las mejores de la saga. Y hasta se me olvidó que faltaba Sigourney.