Crítica de la película DUNE PARTE DOS, la saga alcanza estatus de Odisea *****

Dir: Denis Veilleneuve | Int: Timothée Chalamet, Zendaya, Rebeca Ferguson, Javier Bardem, Austin Butler, Josh Brolin,  Florence Pugh, Stellan Skarsgård, Christopher Walken, Dave Bautista, Léa Seydoux, Charlotte Rampling... EEUU 2024, 162 min. |
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Por Juan

Denis Villeneuve continúa la saga de Dune, y ya va hacia la trilogía gracias al éxito de esta segunda parte del universo de novelas de Frank Herbert. Algunos han tachado esta odisea galáctica de obra maestra, y otros, de película de aventuras. Para mí, Dune Parte Dos está en un valioso puesto intermedio.

Cada fotograma es casi un cuadro, donde el tiempo se funde con el viento y la arena de los desiertos del planeta Arrakis. Los Fremen, protectores de la preciada especia, son, de momento, los aliados de los supervivientes de la casa Aterides (Timothée Chalamet y Rebeca Ferguson). Mientras los Harkonen buscan su destrucción. En ese ecosistema en guerra, Paul Atreides, preso de su destino, se enfrenta al mayor de sus temores: convertirse en un mesías, en el Lisan Al Gaib.

Política y religión están muy presentes en la trama. Aunque hay una temática más interesante, y es esa lucha interna del héroe, que sabe que, haga lo que haga, va a perder, va a decepcionar a sus amigos. Sobre todo, a su compañera, la heroína fremen interpretada por Zendaya.  

Una joya visual, excesiva pero bella. Con escenas ceremoniales de tragedia shakespeariana como la del final en que el emperador y su corte son derrocados por Paul Atreides (Timothée Chalamet) justo antes del  duelo con su némesis, Feyd-Rautha Harkonen (Austin Butler). INPERDIBLE.